En el otoño de 1891, entre temores, y "dimes y diretes", de la peligrosidad de los cables "desnudos" por los que corre el fluido eléctrico, se van levantando en la ciudad de Logroño las infraestructuras básicas para iluminar las casas y calles de la población con el "nuevo invento".
La empresa mercantil creada al efecto con capital local, la Sociedad Logroñesa de Alumbrado Eléctrico, después de varias pruebas y ensayos, inaugura de forma oficial el negocio el día 1 de enero de 1892, casi en la intimidad, por no estar terminados los locales administrativos.
Guillerma Ubis Medrano, fue la artífice de este logro algo inaudito en esta época tratándose de una mujer. Inauguró por su cuenta la fábrica de harinas La Modelo en 1910, a la orilla del Ebro, en el molino de La Isla. Después, la fábrica derivó en la central hidroeléctrica Nueva Electra. Y tal fue su importancia y popularidad que a aquel meandro que describe el Ebro al llegar de El Cortijo se denominó 'la Curva de la Guillerma'.
Atacada fieramente por sus competidores, se vio a veces metida en pleitos, algunos absurdos y otros de cierta consideración.
Durante uno de estos pleitos, Guillerma, viéndose perdida y temiendo por su fortuna, escondió una buena parte de esta, dejando a lo largo de la ciudad numerosas pistas y señales, para que alguien designado por ella, pudiese localizarla en caso de ser encarcelada.
¿Te gustaría intentar encontrar este tesoro?
Sigue los pasos de Isabel, resuelve los enigmas que fue dejando por toda la ciudad y consíguelo.